28 de febrero de 2011

¡Maldita sea! ¡¿Qué quieres?!

- ¿Qué harás?
- No lo sé.
- ¿Volvemos a eso? ¿Hemos vuelto allí? ¿Qué pasa con esos días? Han ocurrido ¿Sabes?.. No se trata de cumplir tu promesa ni tampoco de seguir tu corazón, es de tu seguridad.
- Bien ¿Y eso qué significa?
- Dinero... Él tiene mucho dinero.
- ¡Ahora te odio!
- Yo también te odio, si te vas te odiaré. Te odiaré si te vas de aquí. Estás aburrida. Estás aburrida y lo sabes, no estarías aquí si no te faltara algo.
- Arrogante.
- ¿Te quedarás conmigo?
- ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¿Para estar siempre discutiendo?
- Eso es lo que hacemos.. Discutir. Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando me das mucho la tabara, y lo haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga.
- ¿Entonces qué?
- Pues que no será fácil. Va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, tú y yo, todos los días. ¿Harías algo por mí? Por favor, imagina tu vida dentro de treinta o cuarenta años. ¿Cómo la ves? Si es junto a ese hombre, vete ¡Vete! Te perdí una vez y podría soportarlo de nuevo si supiera que es lo que quieres ¡Pero jamás tomes la vía fácil!
- ¿A qué vía te refieres? No hay ninguna vía fácil. Haga lo que haga, alguien acabará sufriendo.
- ¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero, lo que él quiere, lo que tus padres quieren. ¿Tú qué quieres? Vamos ¿Qué quieres?
- No es tan sencillo.
- Te repito qué es lo que quieres. ¡Maldita sea! ¡¿Qué quieres?!



Extracto de la película The Notebook basado en el libro El Diario de Noah de Nicholas Sparks.

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