¿Qué sería de nosotros sin el miedo? Tal vez sin él nos
arriesgaríamos más por eso que merecemos. Nos aventaríamos al vacío sin temer a la caída, los golpes, el dolor y el después de todo.
Aunque, de tanto en tanto, el miedo resulta bueno, es nuestra alerta de que sentimos algo mínimo ante las situaciones que atravesamos. Nos detiene, nos hace pensar y nos evita cometer alguna estupidez, algún error del cual nos podamos arrepentir. Aunque igual lo cometamos.
¿Por qué tanto miedo si equivocarnos nos sale tan bien?, digo, esos errores que se asoman mucho o poco en nuestro pasado nos hacen lo que hoy somos, y vaya si no somos buenos, o al menos somos mejores de lo que solíamos ser gracias a esas caídas y a esos "por algo pasan las cosas".
Deberíamos aprender a disfrutar esta vida y nuestras fallas, porque al final es la única que tenemos y aunque el camino sea incierto, el desenlace es seguro. El miedo es el único indicativo de que estamos vivos y no puedo pensar en nada mejor que ello.
Aunque, de tanto en tanto, el miedo resulta bueno, es nuestra alerta de que sentimos algo mínimo ante las situaciones que atravesamos. Nos detiene, nos hace pensar y nos evita cometer alguna estupidez, algún error del cual nos podamos arrepentir. Aunque igual lo cometamos.
¿Por qué tanto miedo si equivocarnos nos sale tan bien?, digo, esos errores que se asoman mucho o poco en nuestro pasado nos hacen lo que hoy somos, y vaya si no somos buenos, o al menos somos mejores de lo que solíamos ser gracias a esas caídas y a esos "por algo pasan las cosas".
Deberíamos aprender a disfrutar esta vida y nuestras fallas, porque al final es la única que tenemos y aunque el camino sea incierto, el desenlace es seguro. El miedo es el único indicativo de que estamos vivos y no puedo pensar en nada mejor que ello.
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