8 de febrero de 2021

Primer aviso

Hace años publiqué un poema que te gustó. Lo borré luego que desapareciste, se sentía como si esas líneas fuesen para ti incluso desde antes de conocerte. Ahora vuelves a mi vida y yo solo quiero escribirte. 

 
Sigo buscando ese poema que borré. Lo busco para ser yo quien te haga estar mojado, y no la lluvia. Para calarte hasta los huesos, como el frío de la nieve. 

Quisiera decirte que me quedé esperando que volvieras, pero no lo hice. Quisiera que me dijeras que saliste a mi encuentro, pero no lo hiciste. Quizás a golpe de cadera podamos olvidar todos los kilómetros que nos separan. 

Tal vez un día me prometas que te tatuaras un secreto de tu piel para la mía. Que viajaremos juntos y me dejarás ser tu musa mientras te escribo poesías. 

Siempre lo hemos sabido, juntos la vida podría salirse de control. Somos el fuego y el alcohol. Besarte nuevamente en la sala de mi piso hasta que lo nuestro se nos vaya de las manos. 
 
Enviarte por correspondencia mi ropa interior, en un sobre, a casa de tus padres. Que tal vez, todos los miedos que nos separan, son los mismos que nos acaban juntando. 

Ojalá tú no me sueñes, ojalá tú me imagines. Que de soñadores está lleno el mundo, pero de locos está vacía mi vida. Primer aviso.

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