Solo te pido algo: si caigo, cae junto a mí. No me dejes
sola en esto. Si no quieres caer, solo dilo y sujétame fuerte para que yo no
caiga en vano, para que yo no sufra otra vez. Me prometiste que serías el único
que no me haría daño, y para mí, esa promesa sigue en pie…
espero que no la hayas olvidado.
No, tú no olvidas esa clase de cosas.
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