"Eres un crío y en realidad no tienes ni idea
de lo que hablas. Es normal, nunca has salido de Boston.
Si te pregunto por Miguel
Ángel lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el
Papa, su orientación sexual... lo que haga falta. Pero tú no puedes decirme cómo
huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso
techo. No lo has visto con tus propios ojos.
Si te pregunto por las
mujeres, supongo que me harás una lista de tus favoritas. Puede que te hayas cogido a unas cuantas, pero nunca has hecho el amor. No puedes decirme qué se siente cuando te
despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro.
Si te pregunto por la
guerra me citarás algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos
míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu amigo
entre tus brazos esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro.
Si te pregunto por el
amor me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido
vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha
puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del
infierno, ni qué se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo todo.
No
sabes lo que es dormir en un hospital dos meses porque los médicos vieron que
el término «horario de visitas» no va contigo. No sabes lo que significa perder
a alguien. Solo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te
hayas atrevido a amar de ese modo.
Te miro y no veo a un hombre inteligente.
Veo a un chico creído y cagado de miedo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario