Te escribo porque no tengo mejor manera de besarte. Te pienso porque es mi forma de amarte. Te recuerdo para no olvidarte. Me marcho para no matarte. En definitiva, desde que te fuiste disfruto más el dormir que el vivir, pues prefiero el sueño en que te sueño a la realidad en que despierto sin ti.
Amor, querido amor, esta noche tampoco me despido, porque no pienso marcharme, simplemente ya no voy a estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario