Te voy a contar una historia que no trata de amor, tampoco de ti o de mí, y mucho menos de los dos. La historia comienza en “FIN”, la historia nunca empezó. En esta historia no hay trucos, ni retratos, ni tratos, ni besos, o despedidas. Verás, la historia es un sueño en el que te sueño, no al tú que fuiste ni al que serás, sino al tú que no existe. Al tú del que me enamoré. Te veo con los ojos cerrados y te toco las manos y me parece tan extraño tenerte que te vuelvo a perder. ¿Ves? Ni en mis sueños te puedo tener. Despierto y pienso en el tú imaginario que creé hace tantos años, lo veo a través de mi ventana, despeinado y sonriente. Le sonrío y lo veo partir, ya no me aferro, porque si bien lo que tengo ahora no es perfecto, no se borra cuando despierto.
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