7 de junio de 2015

Esa mierda que algunos llaman amor.


Nadie habla ya de Benedetti cuando es verano, se olvidan de Neruda si no es primavera. Pero yo quiero seguir haciendo contigo lo que la primavera hace con los cerezos y quiero que nos busquemos a besos y mordiscos, que la distancia se mida en piel contra piel o en manzanas mordidas.

Quiero pecados compartidos, cicatrices que fueron heridas y han sido curadas con saliva, quiero llevarte clavado en el cuello y que mi clavícula pida a gritos uno más de tus besos. Ahogarme en toda esa mierda que algunos llaman amor, y necesito quedarme sin oxigeno debajo de una almohada que no sea la mía.

Vamos a hacer de esto París, Madrid, Barcelona y los suburbios de Londres para hacer de estas sábanas un universo paralelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario