Gota tras gota apaciguas mi dolor,
yo creía estar donde pertenecía,
y llega la vida tan hija de puta a decirte que no.
Tú te empeñas y te empeñas,
y la vida te demuestra que no y que no.
Finalmente sucumbes ante tu vocación
te entregas plenamente
todo sale por sí solo
y la vida te dice que sí y que sí.
Vas tras tus sueños y los haces tuyos,
los tomas y no los dejas escapar.
Ámalos y cuídalos,
has conseguido la felicidad.
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