20 de noviembre de 2014

Poema III.

La luz que cae al acabar el día
dibuja sombras con cada golpe
se cuela entre las ramas y las hojas
crea figuras juguetonas en el suelo.

El canto de los pájaros
revolotean indistinguibles a contraluz.

Alguien toca una guitarra
se pierde el sonido de cada cuerda
entre la bulla del estudiantado
que se siente por todos lados.

El Sol ha caído un poco más
las sombras han cambiado, se alargan.

Recuerda la luz que entra por la ventana
de mi cocina las mañanitas de diciembre.

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