10 de abril de 2015

Vive, sueña, revive.


Tienes la mirada llena de mentiras. La vida no te quiso vivir más por decirle que dormías cuando en realidad querías morir un rato.

Duerme para soñar y piensa para vivir.


Varios días de café y noches de desvelos divinos porque muero lentamente en tu luz cesante... Tienes ese remedio que me hace creer que cicatricé la herida que un día tú mismo causaste; y al final empiezo a sangrar las palabras, las mentiras y los suspiros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario