Hoy hace un año y once meses.
Hoy eres solo una cicatriz.
Hoy te amo tanto como te amé el último día.
Hoy te extraño tanto como siempre.
Hoy sigo consciente de que no volverás.
Hoy estoy triste y finjo no saber por qué.
Hoy también quiero que regreses y estés conmigo éstas próximas seis semanas...
Hoy me hace falta tu apoyo.
Hoy también necesito que hables con mi mamá y la tranquilices.
El sábado pasado también te necesité muchísimo. Hacías falta en la mesa, en la torta.
Sigo luchando. Seguimos luchando.
Espero volver a verte algún día.
Te amo.
Te amamos.
27 de enero de 2013
No lo dejes ir.
Probablemente no sea el hombre de tu vida. Es más, estoy segura de que ni siquiera se asemeja a él. Pero si al menos te puede hacer sonreír una vez al día, y pensar en él dos veces más, no lo dejes ir. Si se preocupa por ti, si te escucha, si te cuida, no lo dejes ir.
Si te hace feliz, nunca lo dejes ir.
No será eterno, pero al menos valdrá la pena.
Si te hace feliz, nunca lo dejes ir.
No será eterno, pero al menos valdrá la pena.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)