¿Qué es la Quema de Judas?
"En casi todo el territorio
venezolano hay una tradición en la que distintas comunidades tienen una amplia
participación el Domingo de Resurrección, pero son famosas las que se realizan
en Caracas, en sus distintas parroquias. Se trata de La quema de Judas, esta
tradición tiene un significado simbólico de justicia popular, pues a través de
esta el pueblo expresa sus quejas y descontentos con relación a los
acontecimientos políticos y comportamiento de figuras públicas y funcionarios
del estado, de igual forma trata de dar finiquito simbólico a la cuaresma para
garantizar su resurrección el próximo año. El motivo original es recordar la
traición de Judas a Cristo, y simbólicamente alude a la traición del personaje
escogido para ser el Judas, a su pueblo, comunidad ó hasta el país.
El “Judas” en cuestión es un muñeco
elaborado con telas, ropas viejas y trapos, relleno con fuegos artificiales que
aportan los participantes de la quema de cada comunidad, estos fuegos
artificiales son explotados una vez el Judas es ahorcado y se quema."
Mi testimonio:
Había quedado atrapada en Caracas para Semana Santa cuando
se me atravesó la idea de ir al taller de Ver y Asombrarse y conocer la Quema
de Judas. Pensé que si no me montaba en el tren, nunca me daría la oportunidad
de empezar a conocer a fondo a Venezuela.
Me monté. El primer día todavía estaba un poco nerviosa, era
la primera vez que tomaba fotos de calle y además no conocía a nadie. De
pronto, al llegar a El Pedregal, las emociones de sus habitantes me empezaron a
envolver. Había emoción, amistad, cariño, esfuerzo y dedicación en el aire.
Nosotros queríamos saber más y comprender la tradición, y ellos a su vez,
querían que su historia fuese contada. La química entre el grupo y nuestros
anfitriones fue perfecta.
Llamaron a su Judas “No Hay”, como medida de protesta ante
la falta de productos en los anaqueles y la pérdida de la calidad de vida que
atormenta a todos los venezolanos, sin ningún tipo de distinción. Al contrario
de lo que creía, el eje principal de la tradición se centraba en los niños;
claro, ellos deberán transmitir esa misma pasión a sus próximas generaciones.
El momento cumbre de la noche llegó el domingo al caer el
Sol: la esperada lectura del testamento. Estaban todos los ciudadanos de la
zona. De esa no se salvaba nadie, todo pecado cometido relacionado a la temática
del Judas sería mencionado. Presenciamos risas, tensiones e insultos, hasta que
finalmente, en medio del estruendo ardió el No Hay.
Como todas las cosas buenas en la vida, el fin de semana de
La Quema de Judas llegó a su fin, a la vez que encontró su lugar entre mis experiencias
de vida favoritas, y es que quizás los talleres de Ver y Asombrarse puedan ser
mi nueva droga.