30 de julio de 2011

¿"Tú y yo", o "nosotros"?

Que diferente es decir que "tú y yo" estamos juntos, a que "nosotros" estamos juntos. ¿Parece lo mismo verdad? Pero no lo es. Al hablar de "tú y yo" nos referimos a dos personas que están juntas, por algún motivo. Pero cuando hablo de "nosotros" hablo de dos personas distintas que comparten un mismo todo. ¿Ves lo que te digo?.
Pero por ahora no somos más que tú y yo deseando convertirnos en nosotros. Somos dos personas que quieren estar juntas, yo al menos quiero compartir cada segundo de mi vida contigo, y sé que tú también. No digo que la vida nos la ponga fácil, porque nos está poniendo a prueba, nos separa y nos colma, pero si superamos esto podremos superar cualquier obstáculo, y estoy convencida que lo lograremos.
La vida quiere probar nuestra fuerza de voluntad, nuestra confianza en el otro y en nosotros mismos, y me atrevo a insinuar que hasta pone a prueba nuestro amor. Pero si eso es lo que el destino quiere para nosotros lo superaremos, igual que todo.
Porque a solo horas de conocerte te llevaste mi corazón, mis suspiros, mis sonrisas y a veces hasta mis lágrimas. Te convertiste en todo mágicamente. Me hechizaste, me transformaste y te apoderaste de mis sueños, pues ahora tengo mil sueños, y los mil los quiero contigo.
Esta noche me sentaré a ver las estrellas, y al pasar la primera estrella fugaz solo le pediré una cosa, un único deseo que es lo que más quiero: que esto que yo siento también lo sientas tú. Más básico aún, te deseo a ti. Y si es así, ¿qué esperamos para estar juntos, y formar un mismo todo? ¿Qué esperamos para ser nosotros? ¿Qué más esperamos? Ah sí, que la vida nos permita estar juntos una vez más.

28 de julio de 2011

Cuando estoy contigo.

Pienso en escribir y no me salen las palabras, no sé que me pasa pero a veces la felicidad me invade a tal punto que aunque consume cada centímetro de mi cuerpo, no siento la necesidad de sacarla. La felicidad, aunque es completamente efímera, como tantas cosas de la vida, cuando está presente es total y absolutamente mágica, como tu mirada.
Cuando estoy contigo, cuando estoy contigo. Ese momento en el que estamos tú y yo. Yo y tú. Juntos. Ese momento es todo. En ese momento debería poder congelar el tiempo y quedarme así para siempre contigo. 
Estando contigo, soy feliz. Eres la persona que tanto buscaba, con la que siempre soñaba, y al fin te encontré. Y estás hoy frente a mí, me miras y me dices que a mi lado eres feliz.
Susurras un "te quiero", ligero como el viento, y siento que se para el tiempo. Lo dices y pierdo el conocimiento, se me detienen los latidos por un segundo tan breve que no notas como mi piel se eriza, como se me pone la piel de gallina. Es en ese segundo, en el que sé que a tu lado siempre seré feliz. Ese instante en el que mis labios se separan y solos, sin mi consentimiento, te contestan que te quiero. ¿Cómo se atreven? Te dicen la verdad y ese segundo queda retenido para siempre en el tiempo de nuestros recuerdos.

18 de julio de 2011

Oportunidades con fecha de caducidad.

Todas las oportunidades que la vida nos ofrecen vienen con fecha de caducidad, unas expiran antes y otras después, pero todas vencen. En el amor, cada uno de los pequeños detalles, caducan. A veces pensamos que podemos tardar toda la vida en elegir qué queremos hacer, en actuar, en tomar cartas sobre el asunto... pero no funciona así. Las personas no te esperan eternamente. A veces nos hacemos ilusiones con las cosas más básicas de la vida o vemos señales inexistentes y, entonces, creemos que nuestro amor es correspondido con la misma intensidad, con algo más que una amistad.

Muchas veces dañamos las mejores amistades enamorándonos de nuestros "mejores amigos", y no aceptamos el hecho de que ellos pueden no querer lo mismo que nosotros. Sí, ¿a cuántos mejores amigos no les ha pasado? Otras veces cometemos el error de no decir lo que sentimos a tiempo, y de esta forma dejamos escapar a las mejores personas. Que irónica es la vida entonces, ¿no? Por decir lo que sentimos a la persona equivocada, dañamos cualquier relación; por no decir lo que sentimos a la persona indicada, dejamos escapar la mejor oportunidad, dejamos marchitar al mejor amor... 

Hay veces que amamos tanto a alguien, que empezamos a pensar que es más de lo que merecemos, y por miedo de herirle, mentimos y negamos nuestros verdaderos sentimientos, cometiendo el peor error de nuestra vida. A veces, en un absurdo intento de intentar protegernos, jugamos con los sentimientos de aquellos a quienes amamos y acabamos por herirnos a nosotros mismos también, y perdemos irremediablemente a esa persona.


Hoy me gustaría preguntarte: ¿qué harás cuando le veas en brazos de otro, mirándote llena de deseo por ti, y sin querer estar ya contigo? Por no decir las cosas en su momento. Por no buscarse antes. Por no besarse cuando sus ojos lo pedían a gritos aunque sus labios lo negaran en todos los idiomas. Por mentir una y otra vez, afirmando que sólo era un juego. Por mentirle tantas veces. Por cada una de las cosas que pasaron, o que mejor todavía... las que no pasaron. 


No pidas ahora que le deje a él por estar contigo: es demasiado tarde. Si en verdad le amas, deséame lo mejor, de verdad, de corazón. No le reclames nada, nadie puede esperar por ti el resto su vida. No le reclames que quiera algo mejor para ella pues ella espera lo mejor para ti. Tampoco le pidas que te olvide, sabes muy bien que es imposible, siempre has sido y serás demasiado importante. No digas que es mejor dejarlo todo hasta aquí, si nunca hubo algo más que la mejor amistad del mundo, y los mejores sueños contigo. No digas que le quieres. No lo hagas. No añores el beso, si entonces seríamos infieles a nuestros principios. ¿Qué principios? Si el amor a fin de cuentas es un conjunto de sacrificios por esa persona, pienso yo. Efímero, frustrante, hiriente... Historias sin inicios son las que más finales tienen.

La vida no es fácil, ¿pero quién ha dicho que las cosas fáciles son buenas?. La vida, digo yo, es una suma de decisiones, buenas o malas, pero decisiones a fin de cuentas.




Dedicado a todas las personas que 
alguna vez creyeron enamorarse de su mejor amigo,
de la persona equivocada,
que no dijeron lo que sentían a tiempo,
que dijeron lo que sentían en el momento equivocado,
y que aun aman a alguien, estando en brazos de otro.

12 de julio de 2011

El arte de escribir.

Existen momentos en los que tienes una idea en la cabeza, un sentimiento te consume por dentro, te rodea llenando cada centímetro de tu cuerpo y te invade la desesperación al no saber como convertir todo lo que piensas y sientes en palabras. Te vuelves loco buscando un pedazo de papel, y algo con lo que escribir, para liberar tus emociones. Pues aunque no lo crean, no es lo mismo escribir con lápiz y papel, que en electrónico, al menos a mí no me libera igual.
En mi caso es llevarlo todo a palabras, quizás en el tuyo sea convertirlo en imágenes o el suyo llevarlo a notas musicales, todo depende.
Ser artista implica muchas cosas, todos somos artistas de algún modo pues al fin y al cabo ser un artista implica todas las formas de expresión. Yo me expreso por medio de las letras, de las palabras y del papel. ¿Y tú? ¿Cómo sacas todo eso que sientes?.
El otro día conocí a un amigo, el joven matemático pintaba y simplemente me dijo que los animales eran la expresión cuadrática de sus sentimientos, y que un amanecer es el reflejo de la libertad, de la libertad, de lo real. Pero claro, nunca se han parado a pensar que los números también liberan sentimientos, ¿o si?
Cada quien tiene una manera distinta de expresarse, de liberar sus sentimientos. Algunos no los muestran, por una u otra razón, yo en mi caso los publico aquí, permitiendo así que cualquier extraño explore cada detalle que en algún momento me ha permitido inspirarme para escribir. ¿Extraño? Para algunos sí, pero para mí es algo totalmente gratificante conocer las opiniones de otros, me ayuda a crecer como escritora, ya que sin lugar a dudas soy una completa principiante.
A todos nos pasan cosas que te causan emociones, como he repetido miles de veces, yo las libero en palabras donde se reflejan sentimientos, y claro, puede que tú te sientas identificado alguna vez con uno que otro escrito por mí. La idea es esa, compartir contigo querido lector, pues mis textos no los encontrarás en un museo como los cuadros, ni lo oirás en un concierto como la música..
¿Entonces? Adelante, bienvenido a mi mundo.

7 de julio de 2011

Soledad

     Estar soltero puede ser genial, disfrutar de no rendirle cuentas a nadie, salir y besar muchos sapos.. ¡Disfrutar de la vida mientras puedes! Sin duda, perfecto.
     Pero llega un momento, en el que quizás lo has disfrutado tanto que empiezas a sentir que necesitas a alguien a tu lado, una persona que llene ese vacío que te empieza a corroer, sin previo aviso amenaza a destruirte. 
     Pensabas que estar solo, jugar con sentimientos ajenos y hasta con los tuyos propios en vez de usar tu Nintendo te haría feliz, te llenaría completamente y te mantendría protegido del dolor. Te escondías detrás de un escudo lleno de orgullo, afirmando no creer en el amor porque el amor no estaba hecho para ti, repetías mil veces que no necesitabas a nadie, en ese escudo donde poco a poco te fuiste cerrando para que nada ni nadie te importara realmente, excepto quizás, uno que otro amigo.. Pero de pronto tu escudo se empezó a romper, y te sientes confundido y vulnerable, no quieres sufrir otra vez, te sientes incapaz de soportar eso una de nuevo.
     En ese momento, dejas caer cientos de lágrimas que corren por tu rostro y caen en el papel donde escribes; recuerdos y sentimientos se te escapan resbalando por tus mejillas hasta terminar en tus labios, tu camisa, y de nuevo en el papel. Te sientes solo, te das cuenta que ya no recuerdas lo que es sentir que esa persona te quiera como algo más que un juguete sexual, o es que quizás nunca llegaste a sentir eso...
     Te atragantas a chocolate, pero esta vez no te ayuda y comienzas a pensar que lo mas cerca que has estado del amor ha sido viendo las películas de Disney, y luego recuerdas otra cosa.. Los finales felices no existen, sólo están en esas caprichosas películas rosas que tanto adoras. 
     Comienzas a entender otra cosa más: las veces que te han querido, tú huiste. Ah, ¡mírate ahora! Estas solo. ¿Y sabes qué? Cuando todo va mal debes pensar en cosas bonitas, recordar esos momentos que te sacaron sonrisas sin dejar que la nostalgia te invada demasiado, debes creer en ti para alcanzar algún día la felicidad.
     Hazte un favor, no, no me lo prometas a mí, hazlo por ti.. Promete que cambiarás, apreciarás a las personas y las valorarás por lo que están dispuestas a ofrecerte. El amor existe y en el fondo tú lo sabes.. Necesitas cerrar definitivamente las heridas, y entonces, sólo entonces, podrás amar otra vez.. No te precipites que todo llegará, esta vez es tu turno de creer en mí. 
     ¡Anímate que algo bueno está por sucederte!