Le he estado dando vueltas a lo nuestro: a la primera te he
odiado y a la segunda te he vuelto a querer, y he decidido dejarlo estar; siempre he sido de las que para demostrar cuánto te quieren primero te
demuestran cuánto pueden odiarte, y así me va...
Un día hice un barco con el papel con la que
nunca llegaría a ser la declaración de amor que te merecías... lo lancé al mar
y flotó.
Desde entonces no me da miedo soñar.
Desde entonces no me da miedo soñar.
Iba a llamar a esto "Si te vas", y me he acordado
de los besos que me dabas en aquel apartamento mientras sonaba esa canción de
Extremoduro y claro, soy incapaz de darle ese título a unos cuantos párrafos de
mierda.
Pero sí me atrevo a empezar esto así:
Pero sí me atrevo a empezar esto así:
Si algún día te vas espero que le hables de mí a la gente,
del daño que te hice sin darme cuenta, espero ser al menos veinte "eras
mucho para ella" y diez "ella se lo pierde", mínimo; y si la
suma del odio ajeno no llega —por lo menos— a treinta personas, te plantees
volver.
Espero que si hay otra le hables de estas letras, le digas
que te avisé, dile que estoy mal de la cabeza y que posiblemente esto se vuelva
un blog frecuentado por suicidas. Espero que le hables de mí —de nosotros—,
dile lo mucho que te quiero, ponme el listón muy alto a ver si así se da por
vencida y dile que soy de rendirme rápido, pero que si es por tocar los cojones
no hay quien me pare. Llámala por mi nombre por error, sueña conmigo y
acuérdate de mí cada vez que se atragante.
Espero que digas cosas absurdas como que tener buena suerte
sería no encontrarme. Y si lo hacemos, si nos encontramos, espero que te gires
para mirarme el culo justo en el momento exacto en el que me levante la falda.
Si algún día te vas le diré a todas mis amigas que eras otro
cabrón más, que dejé de sentir mucho antes de que te fueras; y tal vez, al
quinto chupito me da por decirles que todo me sabe a poco desde lo
nuestro, que lo único que toco desde que tú no estás es este lápiz y que no
tengo ovarios para acabar ninguno de los poemas que empiezo.
Pero, eh, mejor no me hagas ni puto caso.
Tú ya estás dormido, acabo de ver porno y te necesito, joder,
no sabes lo mucho que te necesito.
Tú ya estás dormido, acabo de ver porno y te necesito, joder,
no sabes lo mucho que te necesito.