27 de noviembre de 2014

Poema IV.

Sentada sobre un ecosistema maravilloso
somos unos gigantes en este mundo.
Los mosquitos sobreviven ante la tiranía del gigante,
las hormigas intentan pasar desapercibidas,
el césped revive tras cada pisada
y la tierra húmeda genera más vida.
Que maravilloso este planeta en el cual coexisten tantos mundos.
Los gigantes se protegen de los enanos,
los enanos se esconden de los gigantes
y sin embargo, uno no existiría sin el otro.

20 de noviembre de 2014

Poema III.

La luz que cae al acabar el día
dibuja sombras con cada golpe
se cuela entre las ramas y las hojas
crea figuras juguetonas en el suelo.

El canto de los pájaros
revolotean indistinguibles a contraluz.

Alguien toca una guitarra
se pierde el sonido de cada cuerda
entre la bulla del estudiantado
que se siente por todos lados.

El Sol ha caído un poco más
las sombras han cambiado, se alargan.

Recuerda la luz que entra por la ventana
de mi cocina las mañanitas de diciembre.

14 de noviembre de 2014

Hay alguien allí.

Hoy, 14 de noviembre, es el estreno de la película-documental Hay Alguien Allí. Esta película trata sobre la introducción al mundo del autismo, de la mano de Helena Alicia y su familia, el cual es un tema que no había sido trabajado anteriormente en el cine venezolano. El documental es, además, un homenaje a la doctora Lilia Negrón, psiquiatra venezolana quien desde finales de los 70 ha sido pionera en la investigación, diagnostico, tratamiento y atención diferenciada a las personas con autismo.
Según el director, Eduardo Viloria Daboin, la película pretende sensibilizar a la población venezolana sobre el tema del autismo, como parte de la lucha por la plena satisfacción de los derechos de quienes viven con esta condición. 
Para más información, puedes revisar la página oficial de Hay Alguien Allí.


Sinopsis:
Helena es una niña con autismo de nueve años de edad. Gioconda y Eduardo, sus padres, angustiados por el futuro de su hija y en busca de respuestas, emprenden una conmovedora exploración al universo del autismo, partiendo de filmaciones a niños autistas realizadas en los años 70 realizadas por la doctora Lilia Negrón en un impresionante esfuerzo por sensibilizar y difundir conocimiento e información sobre el autismo.
Esta película no sólo es un humilde homenaje a la doctora Negrón, sino nuestra voluntad de continuar aquel esfuerzo suyo por registrar audiovisualmente el universo del autismo.

Trailer:


Premios y festivales en los cuales ha sido homenajeada:
• VIII Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video Independiente “Contra el Silencio, todas las voces”: Mención Honorífica del Jurado. 
• Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño, Margarita: Mejor Largomatraje Documental
• Festival de Cine Entre Largos y Cortos de Oriente (ELCO): Selección oficial
• Muestra de Cine Documental de Mérida: Sección oficial
• VII Muestra de Cine Latinoamericano de Caracas: Sección oficial
• Festival de Cine de Maracaibo: Mejor documental.

13 de noviembre de 2014

Poema II.

Gota tras gota apaciguas mi dolor,
yo creía estar donde pertenecía, 
y llega la vida tan hija de puta a decirte que no.

Tú te empeñas y te empeñas,
y la vida te demuestra que no y que no.

Finalmente sucumbes ante tu vocación
te entregas plenamente
todo sale por sí solo
y la vida te dice que sí y que sí.

Vas tras tus sueños y los haces tuyos,
los tomas y no los dejas escapar.

Ámalos y cuídalos,
has conseguido la felicidad.

10 de noviembre de 2014

La cueva.

Hace muchísimo frío. Estoy descalza y no siento los pies, el barro gélido arrebata mi sentir. Comienzo a tiritar, grito y nadie responde. Escucho mi propio eco tras cada movimiento, el eco de la soledad. No hay nadie, definitivamente estoy sola. Ni las piedras ni las paredes me aportan calor. Estoy asustada. Corro, me tropiezo y finalmente me caigo. Estando en el piso pienso que mucho había tardado. No consigo fuerzas para levantarme, estoy cubierta de barro. No sé si tiempo de frío o de miedo. No sé qué será de mí, inútiles ideas me acechan. Respiro pausadamente para intentar calmarme, la calma será mi salida. Tres, dos, uno. Tres, dos uno. Tres... me levanto muy lentamente, dos... respiro mas profundamente, uno... me calmo. Por un momento todo se detiene, hasta mis latidos, sigo hacia adelante. Poco a poco, el frío abandona mis huesos, el barro resulta agradable. Veo una luz, me debato un instante sobre si seguirla o no, y comienzo a caminar tras ella. Me acerco pausadamente, y finalmente la alcanzo. Salgo de la cueva, todo fue una prueba. He alcanzado mi destino, mi maravilloso paraíso.

6 de noviembre de 2014

Poema I.

Puedes morir un poco en vida
Puedes llegar cuando menos lo esperas.

Muero y te siento,
Estás en todas partes aunque no estés,
Naufragas entre la lluvia y se vuelven una.

Cantas, bailas, brincas, saltas.
Corres a mis brazos como en la niñez,
Haces charcos y renuevas la vida, 
el aire.

Pretendes encerrarme con tu canto
Pero luego de matarnos,
nos permites renacer renovados.

1 de noviembre de 2014

¿Le echas de menos?

¿Sabes? A menudo me preguntan si te echo de menos, es una pregunta cuanto menos, interesante. Aunque te parezca que no, es difícil de responder. Es difícil explicarle a gente sentimientos de los que carece, por lo tanto sentimientos que no va a comprender. 

¿Para qué explicar algo que no van a entender? Así que me limito a encogerme de hombros y a sonreír, sonreír siempre. Ellos sonríen también, y me dicen "es normal". Un falso intercambio de palabras donde ambos creemos entender al otro, pero en realidad no lo hacemos ni lo intentamos. 

El tiempo pasa, la gente se interesa, pero a mí no me interesa escucharles. Porque también he cambiado de rutina, ¿sabes? Antes tenía los días reservados para ti. Ahora tengo que salir, y poner mi mejor sonrisa, y encontrarme con gente que se acaba de enterar y se hacen los afectados pero en realidad lo único que les afecta es la curiosidad. Seguiré encogiéndome de hombros porque no me apetece explicar nada. 

Siempre le he hecho caso a mi corazón. Nunca pensé lo que era bueno o malo para mí, pero ahora sí quiero pensarlo, no quiero escuchar lo que siento, no me lo permito. 

Entonces, de vez en cuando, se escapa algún recuerdo, y añoro, y pienso, y echo de menos a escondidas. Te veo y te escucho en cosas que hemos vivido hace tiempo, y me alegra pensar que has sido tanto, la importancia que has tenido y todavía no has perdido. En ese momento, lo paso mal y me obligo a recordar las razones, los motivos. Me obligo a pensar en lo que quedaba justo antes de tomar aquella decisión. Así el dolor se mitiga un poco. También me obligo a pensar en tus palabras, ciertas o no, y el dolor se mitiga un poco más.

Por tanto, cuando me preguntan si te echo de menos no sé qué responder, porque aunque a menudo lo haga en silencio, aprendí a reconocer la cadencia de una vida bien vivida.