El punto está en encontrar a la persona que buscabas,
sin buscarla; esa que incluso cuando se equivoca, acierta. Esa que es todo lo
que pedías en cada una de sus mañas, que resulta incómoda de tan perfecta que
es. Esa que hace que ames sus defectos mucho más que sus virtudes. Es respuesta
sin pregunta, es pregunta sin respuesta que jamás terminas de entender. Es un
instante eterno que siempre dura poco, y ahora quieres que sea inmortal. Es la
sonrisa que te saca cuando te molestas con él, las lágrimas que produce cuando
no está. Es risas entre lágrimas, es un sueño sin estar. Es el príncipe, sin
ser azul y sin caballo. Es la necesidad de lo que hace falta y sin embargo
cuando no está te mata.
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