Mucho gusto. Bienvenido a mi vida.
¿Cómo estás? Espero que tan feliz como yo.
No sé qué pasa que cuando estoy contigo las palabras se me esconden, como si les asustara salir y no ser las adecuadas. Llegaste de repente para hacerme feliz y abrazar hasta mis miedos. Eres todo lo que no quiero romper; tan fresco, tan auténtico, tan intacto.
Soy más feliz que nunca, soy más feliz que nadie.
La manera en que vives como si todo fuese bueno, la forma en
que nunca dudas de mí y que me quieres incluso cuando yo no me quiero. No
necesité mucho para saber que eres ese que describí en la lista. Mi hombre
ideal. Y aunque tu risa, tu sonrisa, tu cara, tus ojos, tu tamaño, tus abrazos
y tus besos no sean como los imaginé, encontré una solución: yo nunca hubiese
imaginado algo tan perfecto.
Hola amor, ¿cómo estás? Espero que sonriendo.
Prometo hacerte reír, apoyarte, escucharte, cuidarte, mimarte, acariciarte, protegerte, quererte, besarte, y amarte mientras tenga conciencia, ojos, oídos y brazos para hacerlo. Haré todo lo que esté en mis manos para borrar tus malos recuerdos, curar todas tus cicatrices, y regalarte el más lindo presente. Voy a darte unos oídos que te escuchen y una mente que te ayude a buscar una solución. Aprenderemos que nadie puede más que nosotros, que juntos podemos lograr lo que queramos.
Hola mi vida, ¿cómo estás? Estoy feliz de tenerte en mi vida.
Quiero que nunca se acabe la ilusión que tengo cuando te voy a ver, ni las maripositas que dan vueltas por mi estómago cada vez que me dices cosas bonitas, ni el rubor de mis mejillas, que me hacen parecer un tomatito cada vez que te tengo cerca. Ni la manera en la que paso a ser una niña pequeña solo por estar contigo. Quiero que esta felicidad nunca desaparezca... pero sobre todas estas cosas, te quiero a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario