¿Hasta qué punto tu vida te pertenece? ¿Hasta qué punto la
controlas? De lo único que somos dueños, si es que lo somos, es de las propias
decisiones. Decisiones que tenemos que tomar a raíz de unos sucesos que nos son
impuestos, cosas que no podemos controlar. ¿Cómo iba a evitar yo que te
cruzases en mi camino? ¿Cómo iba a saberlo yo? Cuando te conocí yo adoraba
infinitamente a mi chico. ¿Cómo íbamos a saber nosotros que la amistad y el
cariño iba creciendo? Yo no sabía que esto pasaría, no sabía que me iba a
quedar sola y que tú ibas a estar ahí.
Sólo con el tiempo me di cuenta de que no estaba desilusionada con el chico por ser como era, sino por no ser como eras tú. Cada vez más tiempo juntos me dejó claras muchas cosas.
El problema eras tú, siempre lo fuiste.
Sólo con el tiempo me di cuenta de que no estaba desilusionada con el chico por ser como era, sino por no ser como eras tú. Cada vez más tiempo juntos me dejó claras muchas cosas.
El problema eras tú, siempre lo fuiste.
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