25 de marzo de 2015

Cumplí mi palabra.



¿Sabes?, cumplí mi promesa.
¿Recuerdas esa cerveza fría con la que me hiciste jurar que, si algún día el destino nos separaba, debía ser feliz a toda costa? Sé muy bien que lo decías porque a veces mi manera de quererte te asfixiaba, habías sufrido demasiado por falta de libertad para aceptar que yo atara mi vida a la tuya
Y, aunque en ese momento te odié por empañar mi felicidad evocando lo peor que podía pasarnos, cumplí mi palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario